Es como situarse a 26 metros de profundidad en el agua y no tener un hilo de oxígeno. Es estar muy cerca de la muerte.

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Enzo Rossi describe de esta forma tan dramática sus sensaciones durante el mes en el que se propuso vivir como un mileurista. Director de la fabrica de pasta Campofilone, quiso un buen día experimentar lo mismo que los trabajadores a su cargo asignandose para ello un sueldo de 1.000 euros para sí y otros 1.000 para su esposa, que trabaja en la misma empresa. A pesar de sus esfuerzos no consiguió que el dinero le durase más de 20 días.

Tras este mes sintiendose cerca de la muerte ha decidido aumentar en 200 euros el salario neto de todos los trabajadores de la empresa, lo que demuestra que todavía es capaz de empatizar. Ojala cunda el ejemplo entre los grandes vividores del país, ojala quienes critican la subida del salario mínimo vivan una temporada con ese dinero, ojala pasen hambre quienes dicen no llegar a fin de mes con un salario 8.000 euris de nada. Y aprendan algo por el camino.