Al contrario que personas que conozco soy muy lento a la hora de leer un libro. A Hambru le dejas el que sea y si le gusta te lo devuelve en un par de días sin una doblez (odio que me doblen las esquinas de las hojas quizás por eso es mi amigo). Además necesito mucho tiempo libre, si no no me suele apetecer tanto leer, como si necesitase espacio en los márgenes para «malgastarlo». Si a esto le añadimos que me gusta mucho la novedad y soy un poco caprichoso resulta que tengo una buena pila de libros por terminar. ¡Ay lo que se me ha ocurrido! Hagamos una lista que hace mucho que no hacemos una. Estos son algunos de esos libros que no he conseguido terminar y me siguen esperando, impacientes.
Por el camino de Swan. Para los que no lo sepan se trata del primer tomo de la gran obra de Proust: En busca del tiempo perdido, nada que ver, por otra parte, con la saga de Indiana Jones. Es el típico y mítico libro que dices que te tienes que leer. Cómo que no te has leído nada de Proust tú que vas de amante de la literatura, te dices. Me he puesto dos veces con el librito y como para ponerme con toda la colección. Admito que la segunda vez me estaba pareciendo más entretenido pero aun así el amigo Marcel resulta un poco aburrido.
54. Hace siglos me leí Q de Luther Blisset. Quien dice Luther Blisset dice un colectivo autores de izquierdas que escribían en grupo (¡uhhh cachondos!) que paso ha llamarse Wu Ming para escribir 54. La lectura de Q fue fácil y sencilla. La de 54 también empezó así pero me atasqué. Tiempo más tarde lo volví a intentar y me volví a atascar. Es complicado el tratamiento contra este mal: o recuperas el libro lo antes posible para no olvidar lo que ya habías leído o esperas el tiempo suficiente como para no navegar en un charco de deja vú. Y en eso estoy, con el libro en la nevera a ver si se va el señor francés de mi mente.
El hombre sin atributos. Este aún no es una realidad, es más bien un «lo veo venir». Es un libro de Robert Musil al que le tenía muchas ganas desde que leí El telón de Milan Kundera. Antes de eso no lo conocía pero como Milan decía que era la polla en vinagre de la novela universal pues ahí fui yo, a por las 1600 páginas de matabosques destruyeamazonas. He leído lo suficiente como para haber acabado con uno de los normales ¡pero coño! éste es un fajador de los buenos. Oficialmente no he dejado de leerlo pero he hecho un paréntesis con otro del que espero hablaros en breve.
Otras listas:
Cosas cotidianas que no entiendo
Canciones que me gustan (mucho y ahora)
Sonidos que no echaremos de menos
Deja una respuesta