Un compañero de curro amigo me ha mandado un mail diciendome que publique un artículo de barrapunto. Lo he leido, y no me he podido resistir a hacerlo.
Aquí tenéis el artículo en cuestión:
Título: El reto es más cultural que técnico.
Autor: McPolu.
Fecha: 10-05-2007 – 21:46h
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¿Cómo es posible pues que en otros países a nuestro alrededor cobren el doble que nosotros, con un coste de la vida similar?
España: se valora al pelota, al sobrino de Minglanillas y al cuñado del concejal. El que saca trabajo adelante recibe… más trabajo por el mismo sueldo.
Mundo civilizado: se valora al empleado productivo. Se le valora pagándole más dinero.
España: Hay sub-sub-sub-contratación acompañada de nepotismo. Yo subcontrato, tú subcontratas, él subcontrata. Subcontrato a la consultora de mi cuñado, que subcontrata a la consultora de su primo que subcontrata a la ETT de su compañero de pupitre.
Mundo civilizado: Los empleados fijos están en plantilla. Cuando es necesario, se trae a un consultor que es *AUTÓNOMO*, trabaja por su cuenta .España: En la ETT del caso anterior trabajan nueve personas con baja cualificación y un iluso que en dos años se mudará a Londres.
Mundo civilizado: Se contrata gente experta. Se hacen varios exámenes técnicos a cada candidato antes de contratarle. Si por casualidad se cuela alguien incompetente se le pone en la calle de inmediato.España: La gente quiere un trabajo ‘de lo suyo’ en su pueblo, si puede ser en su barrio.
Mundo civilizado: La gente se desplaza a donde haga falta.España: Largas e improductivas jornadas de trabajo. 14 horas en la oficina tomando cafés y despotricando de los jefes.
Mundo civilizado: Se trabaja de 9 a 5. Estrictamente, ni un minuto más. Se *TRABAJA*, no se mariposea por la oficina.España: Un equipo está compuesto por el gerente, el aspirante a gerente, el jefe de proyecto, el adjunto al jefe de proyecto, dos analistas, cuatro analistas programadores y diez becarios.
Mundo civilizado: Un equipo está compuesto de nueve programadores, un becario y un jefe.España: Hay muchas, muchísimas universidades y ningún premio Nobel. Todas las universidades quieren publicar en todos los campos.
Mundo civilizado: Harvard, el MIT… un premio Nobel tras otro. Se elige una línea de investigación y se invierte *MUCHA* pasta en ella.España: Hay muchas trabas a la creación de empresas. Los ‘Business Angels’ y el capital riesgo son inalcanzables para estudiantes y recién graduados.
Mundo civilizado: Los muy ricos invierten en start-ups de base tecnológica sin miedo.España: Se aspira al funcionariado.
Mundo civilizado: Se aspira a fundar una empresa y triunfar a lo Bill Gates.España: Se trabaja en cascada. Escribir Words y PowerPoints se considera «sacar trabajo adelante».
Mundo civilizado: Se trabaja con metodologías ágiles.España: Ser programador con 7 años de experiencia es ser «un fracasado» que no ha sabido trepar.
Mundo civilizado: Ser programador con 7 años de experiencia se paga muy bien. Se te considera un profesional completo.España: Se compra software para hacer favores, repartir el pastel. Yo te subcontrato el software y tu le compras el hardware un 10% más caro a la empresa de mi cuñado.
Mundo civilizado: Se compra software para mejorar la productividad, para hacer más en menos tiempo y con menos gente.Un antiguo compañero de trabajo extranjero tenía una hipótesis (polémica y hasta demagógica) acerca del porqué de la «cultura de trabajo» española: la hemos heredado de la dictadura. Entonces lo importante eran los contactos. España era una economía cerrada que ni exportaba ni importaba y había que decir a todo que sí. El éxito de un negocio radicaba en el apoyo del régimen. Ahora seguimos comportándonos igual, pero ya no sirve. Competimos, estamos en la UE, a los españoles se les puede seguir vendiendo mierda a precio de oro porque es a lo que nos han acostumbrado toda la vida, pero la mierda cara no se exporta muy bien.
Yo tengo fe. Se ve luz al final del túnel. Poco a poco, tímidamente, se empiezan a ver ofertas de trabajo ‘civilizadas’ en España. Son casi todas de empresas extranjeras con oficia aquí, o de algún emigrante retornado. Alguna hay. Muy pocas, quizá cuatro o cinco al mes. Hay esperanza.
Que venga una crisis y que se lleve por delante a las empresas «Cuéntame». Que venga una crisis y sólo sobrevivan las empresas que trabajan de manera civilizada. Que los grandes pseudomonolios aprendan de esa crisis y se abandonen las costumbres improductivas. Que algún estudiante del Instituto de Empresa lea este post y lo fusile en el blog que supuestamente escribe su profesor.
Hay esperanza para nosotros.
—— Pues, desde siempre, ser lúcido y español aparejó gran amargura y poca esperanza.
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