Esta novela de Ray Bradbury ha sido lo último que he leído, después de desistir con «El péndulo de Foucault», más por dejadez que por otra cosa.
Como ya sabréis, el título hace referencia a la temperatura a la que el papel se enciende y arde, y es que en esta novela los bomberos encienden fuegos en vez de apagarlos.
«Fahrenheit 451» nos presenta una sociedad distópica, como lo es también la de «1984», en la que los libros deben ser quemados ya que contienen ideas que hacen pensar a la gente, que incitan a reflexionar. Los libros consiguen que nos hagamos unas preguntas que pueden poner en peligro la felicidad y estabilidad de la gente, por lo que deben ser destruidos para conseguir una sociedad feliz. Los bomberos son precisamente los encargados de quemar los libros, de destruir esa fuente de infelicidad. Uno de ellos, Guy Montag, conocerá a su vecina, una chica de 17 años, que se pregunta el por qué de las cosas, que está en contacto con su entorno, y que hará que Guy empiece a sentir curiosidad por el mundo que le rodea y, cómo no, por lo que hay escrito en los libros…
Enlaces relacionados
- Fahrenheit 451 en la Wikipedia (english)
- Fahrenheit 451, película de François Truffaut
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