Lo primero que sorprende de la película de Koldo Serra es su impresionante reparto extranjero para ser una producción española además de tratarse la opera prima del director vasco. Gary Oldman (Drácula, El sexto elemento), Paddy Considine (En América, Cinderella Man) y Virginie Ledoyen (La playa) acompañan a Aitana Sánchez-Gijón y otros actores locales que a pesar de poco conocidos, para mí, lo bordan.
Dos matrimonios vienen de Inglaterra para visitar una casa en el norte de España en los todavía oscuros finales de los 70. Cuando los dos maridos van de caza descubren en el bosque algo que hará que se agríen los felices días de vacaciones. La película tiene un aire, y deja una sensación parecida, a Deliverance en la que participaba Burt Reynolds en uno de los pocos papeles serios de su vida.
Como ya dije hablando de una película de similar corte (y alguno me dio un pescozón por ello) el director se pone la txapela de artesano más que la de artista. Nos cuenta una historia que da la sensación de que ya nos han contado alguna otra vez y de una forma que tampoco nos sorprende. Esto no es óbice para que me parezca de una excelente factura, superior a la media de lo que estamos acostumbrados, y bastante entretenida.
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