Después de varios traspiés en Hollywood, Paul Verhoeven (director de Desafío Total, Instinto básico y Showgirls) vuelve a Europa para dirigir El libro negro (Zwartboek). Se trata de otra película más sobre los nazis y la segunda guerra mundial y en ese sentido quizás no aporta nada nuevo. Al contrario que otras como La lista de Schindler o El pianista que se basan en el realismo de historias verdaderas, Verhoeven opta por narrar un thriller de acción. No por ello deja de salpicar la historia con la crudeza del escenario en la que se desarrolla y denuncia ciertos comportamientos, como por ejemplo la animadversión de los holandeses hacia los judios y la venganza que trataron de aplicar los ganadores de la guerra.

Si por algo se caracteriza Verhoeven es por no guardarse nada en la manga, tanto si se trata de mostrarnos la violencia con la que actúa el ser humano como de exhibir la exuberancia de la mujer. Los detalles están muy bien cuidados tanto en la ambientación de la época, algo clave en este género, logrando cierta espectacularidad en algunas fotografías como también en el guión que está perfectamente trenzado. Una película a destacar (también lo merece la actriz protagonista Carice van Houten que aparecerá en Valkyrie de Tom Cruise y Bryan Singer) que por ser europea puede pasar desapercibida.