Imagina que es domingo. Imagina que vas a ver a tu equipo del alma, representante de tu tierra, el equipo de tus amores. Empieza el partido. Las cosas no salen como esperabas, no te gusta lo que ves. Hace frío además. Y el arbitro, ¡qué demonios está haciendo! te empiezas a calentar… hasta que explotas:
Ahora también los árbitros pitan a favor de la ETA.
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