Carcél de Folsom, los acordes de la banda de Johnny Cash suenan atronadores desde su interior. Así da comienzo “En la cuerda floja” (en la versión original: “Walk the line”). Más de dos horas de incesante country y rock’n’roll nos acompañan por la intensa y dramática vida de Cash, un hombre atormentado desde su niñez por la muerte de su hermano y el desprecio de su padre.

Joaquin Phoenix, que se está labrando una excelente carrera, hace el papel de su vida. Reese Whiterspoon, tan dulce como siempre y madura como nunca, también lo borda. Y no se contentan con eso si no que además se atreven a cantar las canciones de los personajes que interpretan, harto difícil, sobre todo, en el caso de Phoenix.

Admito que no conocía a Johnny Cash hasta hace relativamente poco. Mi primer contacto fue con su disco «The man comes around» publicado poco antes de su muerte, el cual me impactó. Las versiones de «Hurt» de Nine Inch Nails y «Personal Jesus» de Depeche Mode le ponen a uno la carne de gallina. Haber visto esta película no hace más que empujarme a conocer más de su discografía.

Como digo lo más destacable es la interpretación de los protagonistas, es lo que más fuerza le da a la película. Ésta apenas se sale del sendero de los biopics, pero su director le consigue dar la suficiente personalidad como para que no tenga ese olor a telefilme hacia el que se suelen desviar otros con las mismas intenciones.